¿Acaso yo no soy una mujer?

Una vez Sojourner Truth dijo "Cuando hay tanto alboroto debe haber algo fuera de equilibrio". Y como no haberlo en un mundo lleno de luchas en las que ninguna es propia, el simple hecho de querer destacar quién está más jodida.

Precisamente por situaciones como estas, nace un nuevo combate denominado Afrofeminismo, el cual se refiere a una lucha que va más allá de tener el mismo o más poder del patriarcado, al contrario, busca eliminar la doble discriminación, ser mujer y negra, para ser reconocidas con los mismos derechos y oportunidades que una mujer blanca.
Eliminando aquel estigma del hecho de ser negro, significa heredar la misera y desigualdad estructural, que a modo de dato curioso en Colombia, el departamento del Chocó, ocupa el segundo puesto con más afrocolombianos y el primer puesto con más personas en condiciones de pobreza extrema con un 49.9%, según el más reciente estudio entregado por la Federación Nacional de Departamentos.
Demostrando la sociedad desagregada en la vivimos, pero como lo dice Siham Ater Sro, representante de la comunidad digital Afroféminas en España, "debemos reconocer a miles de mujeres que a lo largo de los siglos han luchado contra viento y marea para romper con una sociedad que la tenía desprovistas de derechos y libertades, mujeres valientes, cuyos logros estamos disfrutando hoy en día".
Que a modo de reflexión es válido decir: El hecho de no haber vivido aquellas atroces situaciones, no significa que no nos afecte, debemos tomarnos el tiempo de entender y comprender cada una de estas luchas ,independientemente a qué "grupo" pertenezcan. Pues siendo indiferentes y egoistas, no será posible lograr tan anhelado cambio de chip, en el que se brinde un espacio seguro y se reconozcan a TODAS las mujeres como el gran tesoro que son. Pero algo es muy claro, no pudimos escoger nuestro destino pero si nuestro futuro.


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