Lo bonito del amor

Hemos aprendido a amar como queremos que nos amen.
Hemos aprendido a amarnos a cada día como si fuera el primero.
Hemos entendido que podemos estar en cualquier parte del mundo si estamos juntos.
Hemos visto la luz y el amor que irradiamos todos los días.
Hemos sido el polo a tierra del uno para el otro en tiempos de adversidad.
Hemos encontrado la forma de cuidar nuestros corazones, como si fuese aquella piedra preciosa en el centro de la tierra del libro de Julio Verne.
Hemos decidido ser pacientes, perseverantes, comprensivos y admiradores de cómo los planes de Dios son perfectos.
Hemos sanado las heridas del pasado, porque lo bonito del amor no es amar las cicatrices del otro, sino que la otra persona te ayude a amar las tuyas.
Hemos madurado y crecido en el tiempo para fundirnos en uno solo, con la ayuda de nuestros dos grandes cómplices, Dios y el amor, porque como lo dicen las grandes escrituras:

1 Corintios 13: 4-7
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.
6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.




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