Acoso Callejero: una lucha de todos los días



NO es normal que al estar en la calle tengas que aguantar chiflidos de desconocidos, NO es normal tener que cambiar de ruta para evadir a los acosadores, NO es normal llegar corriendo a la casa por miedo a ser violada o secuestrada.

En ninguna parte del mundo es "normal" que las mujeres deban someterse a formas de acoso sexual en las calles, que van desde miradas, gestos, comentarios, manoseos, persecuciones o masturbaciones. Pero en una sociedad como la nuestra este tipo de violencia contra la mujer es una de las más normalizada, invisibilizada y humillante, tanto por el estado, las autoridades y la comunidad.

Una comunidad que debe luchar por cambiar la indiferencia por la empatía y REACCIONAR, 
cuando vean que una mujer este siendo acosada ya sea en la calle, universidad o transporte público. Por un lado estamos en la obligación de hacer que se sienta segura y no que está siendo la burla de las otras mujeres o una exagerada para los hombres. Porque una cosa es segura, hoy puedo ser yo y mañana tú o alguien cercano, al que te juro que hubieses deseado que alguien la ayudara, entonces aquí la pregunta es ¿Por qué no ayudarla?

Simplemente, porque estamos en un estado hecho por hombres y para hombres, donde reina el egoísmo y la impunidad de los más de 4.999 denuncias registradas por el Ministerio de Justicia  hasta el 2019, donde Bogotá ocupa el primer puesto en casos de acoso sexual con 987 denuncias. En las que el 98% de los casos sin resolver y solo el 18% de mujeres se atreve a denunciar por el estigma que les puede llegar a causar hablar del tema, según investigaciones de Oxfam. Que a modo de dato curioso, solo hasta el año 2008 el acosos sexual se convierte en delito con la Ley 1257, se creó el artículo 210A del Código Penal Colombiano. 

En pocas palabras, "el estado no fue construido para nosotras sino para las dinámicas masculinas, demostrando que no hay capacidad para defender a las mujeres", afirma Rita Segato. Pues mientras las mujeres sigamos siendo territorio de violencia, el estado no estará listo para esta conversación.

Comentarios