¿Soy o no feminista?

Desde 1980 el concepto de género es reconocido como aquello que por ser mujer u hombre, se relaciona con un aprendizaje sociocultural, que va más allá de una característica biológica, proponiendo una distinción entre el sexo y género, entendiendo que:

Sexo = Rasgos fisiológicos, determinados al nacer es decir machos y hembras.

Género = Atributos socioculturales, asociados con las características en un contexto y cultura determinados.

Por tal motivo y gracias a los estudios de género, es posible reconocer los problemas y experiencias de otras mujeres de diferentes edades y etnias, demostrando lo variables y múltiples que podemos llegar a ser.

De allí la importancia de hablar de las mujeres y no la mujer, dando cabida a la multiplicidad, transformando la subordinación de las mujeres en la sociedad, dando paso al desarrollo de diversos feminismos, cuyo propósito  no debe ser entendido como una postura política única, sino como distintos colectivos y movimientos de mujeres que proponen varios puentes de acción y posturas de participación

Entonces, ¿Yo soy o no feminista? 

Es muy común escuchar la frase "yo no soy feminista" y detrás de ella, un sin fin de explicaciones por las cuales la supremacía femenina esta mal y sobre todo los peligroso que conlleva ser parte, sin dejar de lado una supuesta incitación a la violencia contra los hombres. Pero, más allá de argumentos escuálidos esto solo refleja el desconocimiento de los tipos de feminismos en la actualidad. 


"Cualquier persona que crea en la igualdad, política, social y económica de los sexos, siendo así cualquier ser humano que crea en la equidad entre ambos sexos es feminista"

Chimamanda Ngozi Adichie, novelista y escritora nigeriana.

En ese sentido, resulta de gran importancia conocer los diversas movimientos, quienes serán tomadas como un guía para encontrar e identificar su lucha.

Iniciando por el feminismo humanista, que nace a finales del siglo XVIII en Europa, ligado a mujeres de clase alta o intelectuales, que abogan por una mayor intervención en la política formal; con dos posturas, el feminismo liberal, el cual reivindica los derechos civiles de la mujer, promoviendo el acceso a un trabajo igualitario, remunerado, educación y mayor participación política en cargos públicos. Sin dejar de lado el feminismo socialista, cuya finalidad es la transformación de las relaciones al interior del hogar, ya que allí se estructuran y reproducen las desigualdades. 

Dando le paso a un feminismo de Estado, con ideas ligadas en gran parte a la mejora de las políticas públicas propuestas por organismos internacionales, promoviendo la equidad de género.

Llegando al feminismo cultural, quien critica la lógica masculina de inserción de las mujeres en el ámbito público y político, al exiliar las particularidades en el cuerpo femenino. Originando el feminismo de la diferencia, quien resalta la figura materna como una vinculación entre las personas, centrada en el cuidado y amor, reivindicando los valores, las relaciones de cooperación y solidaridad, para hacer justicia, bienestar, desarrollo y plenitud de todas. 

Por otro lado el eco- feminismo, propone relaciones más justas y auto sustentables mediante el retorno a las comunidades, criticando de manera radical las políticas neoliberales, que promueven la destrucción del medio ambiente y la explotación indiscriminada de los seres humanos, en particular de las mujeres.

A partir de esto, es preciso hablar de los feminismos lésbicos, transexuales y transgéneros, los cuales abogan por la libertad de opciones sexuales, haciendo una critica a la heteronormatividad, luchado por la abolición de las lógicas dicotómicas y excluyentes de lo femenino y masculino.

Al mismo tiempo llega el movimiento Queer, si bien se distancia de los movimientos feministas por su alusión a una clasificación dicotómica, teniendo como sujeto político ideal a las mujeres, sin embargo comparte la mirada crítica hacia el sistema patriarcal. Situando como sujeto de acción a la multitud en contraposición a las categorías fijas como:

Heterosexual = Hombre

Homosexual = Mujer

De la misma manera, en América Latina, se han generado diversas discusiones bajo los feminismos no occidentales, entre los que están: Islámicas, africanas, Indias, Indígenas y Negras. Cuestionando los criterios blancos hegemónicos y primermundistas. Entendiendo que el modelo sexista se entrecruza con otras discriminaciones de origen racista y colonial, considerando variables como la raza, clase, sexo y sexualidad en procesos de represión y discriminación. 

Para finalizar, es justo decir que esta es una revolución sin armas, con gestos palabras y actos, en el que vivir como queramos no es un crimen y nuestra voz invita a más compañeras a ser valientes y detener aquel machismo que nos consume. 


Fuentes:

Revista Nova et Vetera. Universidad del Rosario 

Curso: Nuevas Miradas sobre Género y Etnicidad. Universidad de Chile







Comentarios