Un nuevo rostro para la pobreza

Tomado de: lamentemaravillosa

Entre la dificultad para acceder al mundo laboral, más horas de trabajo no remuneradas y pésimas condiciones de seguridad social para las mujeres en Colombia, ahora la pobreza tiene una nueva rostro femenino.

Según el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, durante el trimestre comprendido entre septiembre y noviembre del año 2021, la tasa de desempleo para las mujeres se ubica en el 15.6% mientras que para los hombres fue de 8.7%. Teniendo en cuenta que las mujeres dedican en promedio 7 horas y 46 minutos al día en actividades de trabajo no remunerado y los hombres 3 horas y 6 minutos.

La brecha crece aún más cuando de regulaciones laborales se habla, como por ejemplo a pesar que la ley prohíbe la discriminación contra mujeres en estado de embarazo, existen algunas entidades que lo siguen haciendo durante su proceso de selección e incluso durante sus entrevistas, indagan si tienen o no hijos, tomando una decisión de acuerdo a su respuesta. 

Además, hasta hace solo 6 meses entró en vigencia la Ley 2114 de 2021, la cual amplia la licencia de paternidad de ocho días a dos semanas. ¿Es suficiente? No, pues implícitamente se le asigna al género femenino las tareas de cuidado sin apoyo. Como dice su autor, el representante a la Cámara José Daniel López, "dos semanas de licencia paternidad no son suficientes, los padres también deben asumir las labores de cuidado de los hijos en cargas iguales con las madres."

En Colombia existe un modelo discriminatorio que prefiere al hombre frente a una mujer en edad fértil, con un perfil profesional exactamente igual, debido a los costos que puede generar la eventual licencia de maternidad de la mujer.

Teniendo en cuenta esto, podemos llegar a la conclusión que a las mujeres la sociedad nos hizo multitarea dada la opresión y presión de ser unas "Berracas", porque no es normal que una madre sea la única que deba asumir las tareas de cuidado de niños y abuelos o deba levantarse tres o dos horas antes de lo habitual para dejar la casa impecable, preparar el desayuno, almuerzo y hasta la comida si le alcanza el tiempo, mientras que el hombre únicamente se levanta para alistarse e irse a trabajar muy tranquilamente.

En pocas palabras esto sigue reflejando una sin fin de brechas de acceso en estructuras sociales injustas e ilógicas, que continúan permeando los roles de género, disminuyendo las oportunidades laborales y aumentando el costo de los servicios de cuidado no remunerados al género femenino. 

Nota mental: Si en tu hogar o familia tienes padres verdaderamente responsables felicidades, eres una de las pocas personas privilegiadas, pero por esta razón no debes ser ajena a la realidad de cientos de mujeres que son sobre utilizadas por remuneraciones económicas miserables.


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